¿Qué influencia tiene el aire exterior en la calidad del aire interior?

La calidad del aire interior depende de las dos fuentes intrínsecas en el edificio :

  • Materiales de construcción y revestimiento: pinturas, muebles, revestimientos de suelo, etc.
  • Prácticas y comportamientos utilizados: productos de limpieza, fumar, velas perfumadas, incienso y fragancias del hogar, etc.
  • Calidad constructiva: puentes térmicos, defectos de aislamiento, fugas, etc.

Y fuentes externas como la calidad del aire exterior.

Contexto de estudio

El objetivo de este estudio, realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Laboral (ANSES), es determinar las transferencias entre el aire exterior y el aire interior y en fin evaluar la contribución de la contaminación exterior en el aire interior.

El trabajo del ANSES se basó en una revisión bibliográfica de los datos existentes, incluyendo, entre otros, las campañas de medición realizadas aguas arriba y como parte de la obligación de controlar la calidad del aire interior de los establecimientos receptores de público. La agencia también estaba interesada en estudios realizados en otros países. En total, contactó con 29 organizaciones de España y del extranjero y analizó 274 publicaciones científicas que cubren el período 1981-2017.

Su estudio se centró principalmente en los contaminantes regulados al aire ambiental (aire exterior e interior), así como en moho y polen. Más precisamente, éstos son los contaminantes:

  • dióxido de azufre (SO2),
  • dióxido de nitrógeno (NO2),
  • partículas (PM10 y PM2.5),
  • ozono (O3),
  • benceno,
  • monóxido de carbono (CO),
  • benzo (a) pireno,
  • arsénico (As),
  • cadmio (Cd),
  • mercurio (Hg),
  • níquel (Ni)
  • y plomo (Pb).

Resultados

No es sorprendente que este metaanálisis indica que la calidad del aire exterior puede influir en la calidad del aire interior, mediante diferentes tipos de transferencias (ver más abajo) pero los datos no permiten establecer un patrón general. En efecto, para conocer con precisión el impacto de la calidad del aire exterior sobre la calidad del aire interior, es necesario evaluar caso por caso las situaciones de transferencia de contaminantes.

Sin embargo, este estudio permite, por un lado, apoyar la importancia de tener en cuenta la calidad del aire interior a la hora de elaborar los planes urbanísticos, para evitar construir, por ejemplo, establecimientos que reciban un público joven junto a una fuente. de contaminación densa, de tipo periférico y, por otra parte, para reforzar las recomendaciones ya probadas.

Recomendaciones para el público en general

1/ Mantener y mantener el sistema de ventilación, para evitar que se obstruya y para mantenerlo eficiente.

2/ Ventilar el local de acuerdo con las recomendaciones vigentes, incluso en períodos de contaminación atmosférica y en invierno.

3/ Adaptar las prácticas de ventilación en edificios cercanos a fuentes de contaminación como el tráfico rodado, favoreciendo aberturas a primera hora de la mañana o ventanas al patio.

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4/ Para el mantenimiento del hogar, favorece a los productos de formulación sencilla: vinagre blanco, jabón líquido, o en su defecto, productos con etiqueta ecológica.

5/ Aún para los productos de limpieza, evitar los productos en aerosol (con o sin gas), porque la fracción vaporizada permanece en suspensión en el aire y es fácilmente transpirable.

6/ Durante el trabajo de bricolaje, centrarse en el período estival para llevarlo a cabo para poder ventilar varias horas seguidas y favorecer también los materiales ecoetiquetados.

7/ Limite diariamente el uso de velas aromáticas, incienso, fragancias de interior y difusores de aceites esenciales que son fuentes de compuestos químicos en el aire. No purifican tu aire sino que lo cargan de contaminantes (incluso aceites esenciales orgánicos o no orgánicos).

Transferencia de contaminantes del aire exterior al interior

Dos modos de transferencia hacen el vínculo entre el exterior y el interior: la impermeabilización de la envolvente del edificio, si está perfectamente controlada, no permite ninguna infiltración (del aire exterior), lo que nos lleva al segundo modo de transferencia: la ventilación. y aireación. El primero hace referencia al sistema de ventilación que funciona de forma permanente sin intervención humana a diario. La ventilación se refiere a la apertura voluntaria de la faja.

A título informativo, desde la normativa térmica de 2012, se requiere un cierto nivel de impermeabilización del marco: “La permeabilidad en el aire del marco se caracteriza por un coeficiente de permeabilidad en el aire llamado Q4Pa-surf. Este último representa la tasa de fugas por m² de superficie con pérdidas excluyendo el suelo bajo bajo una depresión de 4 Pa, y se expresa en m3/(h.m²). Los umbrales normativos son los siguientes: 0,6 m3/(h.m²) para nuevas viviendas unifamiliares y 1 m3 / (h.m²) para nuevas viviendas colectivas.” Se refiere a todos los edificios nuevos para los que se presentó la licencia de obras después del 1er enero 2012.

En cuanto a los sistemas de ventilación, sólo son obligatorios en todas las viviendas desde el año 1982. Antes, la ventilación se realizaba mediante ventilación (manual) y fugas de carcasa.

Factores que afectan a la transferencia interior/exterior

  • La concentración externa del contaminante

De hecho, cuanto más aumenta la concentración externa de un contaminante, más probable es que esté presente en el interior del edificio.

  • Las condiciones climáticas

Las condiciones meteorológicas influyen en la dispersión de los contaminantes exteriores y, por tanto, en su concentración. Cuando hace viento, los contaminantes son barridos y cuando llueve se llevan al suelo. Por el contrario, las condiciones anticiclónicas (solo + ausencia de viento) provocan el estancamiento de los contaminantes que provoca episodios de contaminación.

  • Vegetación urbana

La vegetación puede desempeñar un papel beneficioso o nocivo.

Beneficioso, cuando el follaje denso crea un efecto barrera filtrante. Puede ser muy eficaz en la contaminación por partículas menos para la contaminación química.

Dañinos, si las plantas modifican la configuración de los vientos, evitando la dispersión de contaminantes, y si las especies vegetales tienen un fuerte potencial alergénico. Los polenos provienen casi exclusivamente del exterior.

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Nota: las plantas de interior no limpian el aire.

  • El tipo de edificio

El uso del edificio afecta a las concentraciones de contaminantes. Por ejemplo, para partículas PM2.5 y PM10 en los edificios de oficinas, las fuentes interiores son generalmente insignificantes en comparación con la toma de aire exterior. En las escuelas y guarderías ocurre lo contrario. Partículas PM2.5 y PM10 están más bien relacionados con fuentes interiores y la resuspensión de partículas por la presencia (agitación) de los ocupantes.

  • La toma de aire fresco

En la fachada del edificio, si la toma de aire fresco está cerca de una fuente de contaminación, el traslado al interior será aún más fácil. Asimismo, deben prohibirse todas las zonas de fumar cerca de una toma de aire.

  • Espacios adyacentes o adosados ​​al edificio

La presencia de un garaje contiguo a la vivienda, un ático no aislado o un espacio de arrastre son fuentes potenciales de aire contaminado, en particular para un garaje en el que funciona el motor del coche. En las zonas expuestas en el radón, los espacios de arrastre también pueden contribuir a la presencia de este gas radiactivo natural en el hogar. La solución es aislar correctamente estos espacios.

  • El tipo de ventilación

El tipo de sistema de ventilación, su mantenimiento, su mal funcionamiento son parámetros que pueden influir en el equilibrio cualitativo del aire exterior/interior.

  • Flujo de renovación aire

Un índice de cambio de aire elevado aumenta la transferencia entre el aire interior y el exterior por bien o por mal, según si la contaminación es mayor en el interior o en el exterior.

  • Reacciones químicas en fase gaseosa

Las sustancias químicas reaccionan entre ellas, especialmente con el ozono, para formar subproductos de reacción, incluidos los radicales libres, capaces ellos mismos de reaccionar con otros contaminantes, que pueden provocar una contaminación interior mayor que en el exterior (debido a un menor volumen de aire).

Fuente: ANSES, Dictamen e Informe relativo a una caracterización de las transferencias de contaminación del aire exterior en el interior de los edificios, abril de 2019

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