Peligro y riesgo, dos conceptos diferentes
Un producto peligroso no constituye necesariamente un importante riesgo. De hecho, si existe poca probabilidad de estar expuesto a ello, el riesgo es aceptable.
En salud ambiental, para definir el vínculo entre peligro y riesgo, se realiza un ERS – Evaluación de riesgos para la salud. Es un método riguroso, que se perfecciona mediante la retroalimentación.
El ERS consta de cuatro fases:
1/ Identificación de peligros
2/ Caracterización de la relación dosis-efecto
3/ Estimación de la exposición de la población
4/ Caracterización del riesgo para la salud
1/ Identificación de peligros
Durante esta primera fase, es necesario identificar el o los agentes (físicos, químicos, biológicos) emitidos en el medio y evaluar su peligrosidad individual. Para ello, se realiza un inventario de datos científicos para conocer los efectos no deseados vinculados a cada agente. Los datos científicos recogidos son los datos existentes en el momento en que se realiza el ERS.
Así que esta primera fase ya tiene límites,
- por un lado, los efectos mixtos son poco conocidos y documentados, por tanto es muy difícil evaluar su peligrosidad,
- por otro lado, un agente considerado poco peligroso en un momento T puede llegar a serlo siguiendo los avances científicos.
Es importante tener en cuenta que establecer una relación causal entre un agente ambiental y sus efectos sobre la salud es especialmente complejo.
De hecho, las exposiciones son generalmente:
- múltiples (estamos expuestos a cientos o incluso miles de agentes diferentes),
- crónico (estamos expuestos a lo largo de nuestra vida, relea el artículo sobre los primeros 1000 días de vida)
- y de baja intensidad (estamos expuestos a concentraciones mínimas que causan efectos tardíos)
Además, los efectos sobre la salud son generalmente:
- inespecífico (un agente puede causar varios síntomas, que no son sistemáticos y no necesariamente reproducibles de un individuo a otro)
- y retrasado (debido a una exposición crónica de baja intensidad)
2/ Caracterización de la relación dosis-efecto
Esto puede traducirse como: «cuál es la concentración a partir de la cual el agente afectará negativamente al organismo». Los estudios toxicológicos permiten definir valores estándar:
- NOAEL por Nivel sin efectos adversos observado, en francés, la concentración máxima para la que no se observó ningún efecto negativo
- LOAEL por Nivel de efectos adversos más bajo observado, o la concentración más baja para la que se ha observado un efecto negativo
Una de las principales dificultades de este paso es distinguir entre agentes con efectos umbral y efectos sin umbral.
- un agente con efecto umbral, es un contaminante de fácil predicción, que responde a la observación «es la dosis que hace el veneno».
- un agente con efectos no umbrales es difícil de predecir. Es el caso, por ejemplo, de un agente CMR – carcinogénico, mutagénico o reprotóxico o incluso disruptores endocrinos, la dosis-respuesta no es lineal.
3/ Estimación de la exposición de la población
Se trata de estimar el nivel de contaminantes que entrarán en contacto con el organismo (a través de la ingestión, respiración o piel). En función de los contaminantes en cuestión, se pueden utilizar distintos métodos:
- métodos directos: muestras y análisis de sangre, orina u otros fluidos corporales.
- métodos indirectos: sensores que lleva un grupo de individuos o la realización de un presupuesto espacio-tiempo.
Este método permite saber si la población se encuentra en contacto habitual y frecuente con los agentes buscados.
4/ Caracterización del riesgo para la salud
Éste es el paso final, combina todos los datos recogidos: la peligrosidad del agente, su valor límite de exposición y su aparición en el medio. Permite definir el nivel de riesgo para la población general, si es aceptable o deben implementarse medidas preventivas. Por ejemplo, antes de instalarse en un solar, todas las ICPE – Instalaciones Clasificadas para la Protección del Medio Ambiente deben estar sujetas a un ERS. Por su parte, el impacto ambiental no se tiene en cuenta durante una evaluación del riesgo para la salud. Por tanto, debe combinarse con un estudio de impacto.
- Si los contaminantes tienen efectos tóxicos de umbral (no CMR ni PE), se calcula un cociente de peligro (= QD)
- Si los contaminantes tienen efectos tóxicos sin umbral (CMR o PE), un exceso de riesgo individual (=ERI) se calcula un exceso de riesgo colectivo (=ERC) para toda la población.
ERI = exposición individual estimada x exceso de riesgo unitario
ERC = ERI x población (número total de personas expuestas)
Exceso de riesgo unitario corresponde a la probabilidad de desarrollar cáncer, por ejemplo, en caso de exposición de toda la vida (es decir, 70 años por convención) a una unidad de ese contaminante. Una sola unidad es suficiente para activar un efecto con cierta probabilidad, esta probabilidad aumenta con la frecuencia de exposición (y no respecto a la dosis). Se establece a partir de estudios epidemiológicos en humanos a menudo por exposiciones laborales, puesto que los trabajadores están expuestos 5 días a la semana durante muchos años (20/30 años).