Gladiolo: consejos y secretos para el cultivo de bulbos
El gladiolo es una planta de la familia de las iridáceas, originaria de África y Eurasia y extendida por toda Europa así como en algunas islas tropicales del continente africano . Muy amado y apreciado por sus bellas flores y su largo tallo, el gladiolo es una planta que se puede ver en todas partes porque es muy resistente y por lo tanto ideal también para la decoración de setos de jardines públicos.
Los gladiolos suelen considerarse bulbáceos, pero esta definición no es del todo correcta: lo que parece un bulbo se llama en realidad un bulbo y es una vía media con un tubérculo. El gladiolo puede alcanzar incluso 1 metro de altura y es una planta muy decorativa, capaz de producir hermosas florecillas de varios colores. Como hemos dicho, es una especie muy resistente y por lo tanto fácil de cultivar, que requiere poca atención y es capaz de dar diversas satisfacciones. Las flores son muy delicadas y no duran mucho en la altura de su belleza , pero la planta es capaz de producir tantas que no es un problema.
¿Cuándo entierran los bulbos de gladiolo?
Los bulbos de gladiolo (aunque sería más apropiado hablar de cormos) pueden ser puestos tanto en macetas como en la tierra y el mejor momento para empezar a enterrarlos es desde mediados de abril hasta mediados de mayo y luego a mediados de la primavera. De esta manera, la floración tiene lugar a mediados de julio o agosto y es posible disfrutar de esta maravilla colorida durante todo el verano. Para plantar en medio del suelo, es mejor cavar bien la tierra antes de plantar los bulbos, de modo que elimine cualquier piedra y raíz que pueda impedir que las plantas crezcan lujosamente. Si tiene la intención de cultivar gladiolos en macetas, puede utilizar tierra orgánica, preferiblemente enriquecida con fertilizante.
Exposición recomendada
Los gladiolos necesitan mucha luz, por lo que siempre es mejor colocarlos a pleno sol : a diferencia de otras plantas, no sufren si entran en contacto con los rayos solares directos, al contrario, se benefician de ellos. Por lo tanto, puede colocar sus bombillas en cualquier área del jardín, siempre y cuando reciba suficientes horas de luz por día. Pero cuidado con el viento: Los gladiolos tienen tallos largos que podrían doblarse y romperse, por lo que siempre es aconsejable elegir una posición brillante pero protegida.
Irrigación y riego
Los gladiolos necesitan cantidades abundantes de agua, especialmente en verano cuando las temperaturas son más altas y la planta está en plena floración. Sin embargo, siempre hay que tener cuidado con el estancamiento, especialmente si se cultivan gladiolos en macetas. De hecho, son muy dañinas y podrían causar la putrefacción de las raíces de la planta, conduciendo a la muerte. Para asegurarse de no exagerar con la cantidad de agua, asegúrese de que el suelo esté siempre húmedo pero nunca empapado. Cuando empiece a secarse, puede volver a regar, pero siempre asegúrese de que no se produzca un estancamiento de agua perjudicial.
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