Dióxido de azufre: uno de los gases más contaminantes. Efectos sobre la salud y el medio ambiente
El dióxido de azufre es un gas que nos preocupa de cerca, porque aunque no podamos verlo representa un peligro no sólo para nuestra salud sino también para el medio ambiente en el que vivimos. También conocido como dióxido de azufre, el dióxido de azufre es incoloro pero tiene un olor muy acre e irritante, fácilmente reconocible cuando está presente en grandes cantidades. Hoy en día, este gas representa una amenaza que debe ser tomada en serio no sólo con respecto a la salud humana sino también al medio ambiente. Como veremos en breve, el dióxido de azufre es dañino para las vías respiratorias pero también es uno de los principales responsables de la famosa lluvia ácida.
Dióxido de azufre: qué es
El dióxido de azufre (fórmula química SO2) es un gas incoloro con un olor acre que se puede reconocer cuando está presente en grandes cantidades en el aire. La molécula de dióxido de azufre está compuesta por un átomo de azufre y dos átomos de oxígeno . La difusión de este gas en la atmósfera se debe principalmente a los combustibles fósiles , dentro de los cuales el azufre está presente como impureza. Por lo tanto, las principales fuentes de emisión son la producción de energía, la calefacción doméstica y algunos procesos industriales. En menor medida, el dióxido de azufre también es dispersado en la atmósfera por los automóviles diesel.
Por lo tanto, en el mundo actual, este gas contaminante se encuentra en todas partes y representa un riesgo real, tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Dióxido de azufre: toxicidad y efectos sobre la salud
En lo que respecta a la salud humana, el dióxido de azufre es peligroso porque, incluso en concentraciones bajas, causa irritación de los ojos, la garganta y las vías respiratorias superiores. Sin embargo, si las concentraciones son altas, los riesgos son mayores y pueden dar lugar a bronquitis, enfermedades pulmonares e incluso faringitis crónica. Los efectos del dióxido de azufre tienden a aumentar con el agua: en caso de niebla, por ejemplo, el gas se disuelve en gotitas de agua y puede penetrar incluso en las capas más profundas de los pulmones. Esto también ocurre cuando se mezcla con partículas de materia, penetrando más y más profundamente. Básicamente, por lo tanto, el dióxido de azufre es un gas nocivo que no debe ser inhalado, pero que lamentablemente hoy en día casi siempre se encuentra en el aire que respiramos.
Dióxido de azufre: toxicidad y efectos en el medio ambiente
Este gas también tiene importantes efectos sobre el medio ambiente : en combinación con el oxígeno y la humedad del aire tiende a convertirse en ácido sulfúrico, que ya hemos visto que es el componente más abundante de la lluvia ácida (80%). Estos causan un daño considerable al medio ambiente, comprometiendo la vegetación pero también la vida acuática. Sin embargo, la lluvia ácida también tiene repercusiones en nuestra salud, porque es absorbida por el suelo y por lo tanto encontramos sus efectos nocivos también en los alimentos. Un círculo vicioso que parece imposible de detener pero que está causando enormes daños en varios frentes y por lo tanto debe ser considerado un problema grave.
También podría interesarte…
- Contaminación atmosférica: ¿cuál es la principal fuente de contaminación?
- Lluvia ácida: qué es y cuáles son las consecuencias del fenómeno