Declaraciones sobre nutrición y salud: ¿marketing o beneficios reales?
Es evidente que el objetivo de las declaraciones nutricionales y de salud es que un producto se venda, que se destaque de la competencia. Sin embargo, están estrictamente supervisados por no abusar del consumidor. Eso sí, con todas las plataformas comerciales que existen en la red, los excesos son demasiado numerosos y las denuncias a menudo engañosas. Un producto comprado en la web siempre le prometerá maravillas.
Reclamaciones de salud
Pegados a los productos disponibles en los supermercados, siguen la normativa europea. Desde 2007, cada fabricante que quiera promocionar las virtudes de su producto debe presentar, con evidencia científica acreditativa, un expediente a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Éste último se reserva el derecho, tras la evaluación, de otorgar o no la denominación.
Actualmente Se reconocen y enumeran 229 declaraciones de salud, en el anexo del Reglamento europeo n° 432/2012, de 16 de mayo de 2012.
Pequeña antología de declaraciones de salud aprobadas:
► “Los polifenoles presentes en el aceite de oliva ayudan a proteger los lípidos sanguíneos contra el estrés oxidativo”
► “Las nueces ayudan a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos”
► “Los esteroles vegetales ayudan a mantener la colesterolemia normal”
► “Los chicles sin azúcar ayudan a neutralizar los ácidos de la placa dental”
► “El flúor ayuda a mantener la mineralización de los dientes”
► “El calcio es necesario para el mantenimiento de los huesos normales”
► “El cobre contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso”
► “Las bacterias lácticas de los yogures mejoran la digestión de la lactosa en personas que tienen dificultades para digerirla”
► «La fibra de avena ayuda a aumentar el volumen de las heces»
► “Las fibras de salvado de trigo ayudan a acelerar el tránsito intestinal”
Afirmaciones genéricas como «es bueno para tus huesos» o «es bueno para el corazón», etc. , se toleran si también se hace una reclamación específica sobre el producto, aunque sea menos visible.
Reclamaciones nutricionales
Se enumeran en el anexo del reglamento europeo n° 1924/2006, de 20 de diciembre de 2006. Citan productos “gratuitos”; «Contenido reducido o reducido»; «rico»; etc. Los más utilizados son:
► Sin azúcares añadidos
Indica que el producto no contiene otros azúcares (incluidos edulcorantes) que los presentes de forma natural. Además, la etiqueta debe mencionar: “contiene azúcares naturales”, en su caso.
► Bajo en azúcares
El producto no contiene más de 5 g de azúcares por cada 100 g, en el caso de los alimentos sólidos, o 2,5 g de azúcares por cada 100 ml, en el caso de los líquidos.
► Bajo contenido en grasas
El producto no contiene más de 3 g de grasa por cada 100 g, en el caso de los alimentos sólidos, o 1,5 g de grasa por cada 100 ml, en el caso de los líquidos (excepto la leche semidesnatada, que contiene 1,8 g g de grasa).
Las palabras «producto bajo en grasa, azúcar o sal» significa que el contenido de grasa o azúcar se ha reducido al menos un 30% en comparación con el producto original. Por ejemplo, un paquete de patatas fritas con la etiqueta «-30% de grasa» contiene un 30% menos de grasa que un paquete de patatas fritas estándar. Para la sal es un mínimo de un 25% menos.
► Bajo en sodio o sal
El producto no contiene más de 0,12 g de sodio (o el equivalente en sal) por 100 go 100 ml. El contenido se divide por 3 para la afirmación «muy bajo en sodio o sal» (0,04 g).
Para las aguas minerales, el valor aceptado para beneficiarse de la afirmación «bajo en sodio» será inferior a 2 mg de sodio por 100 ml. Por otra parte, la afirmación «muy bajo en sodio o sal» no puede aplicarse a las aguas minerales.
► Fuente de fibra
El producto contiene al menos 3 g de fibra por 100 go al menos 1,5 g de fibra por 100 kcal. Para la mención «rico en fibra», las cantidades son dobles, por lo menos 6 g de fibra por 100 go por lo menos 3 g de fibra por 100 kcal.
► Rico en proteínas
Un alimento es «alto en proteínas» si por lo menos el 20% de su valor energético es producido por proteínas.
Bibliografía:
Sitio legislativo de la Unión Europea
Reglamento UE n° 432/2012 de la Comisión, de 16 de mayo de 2012, por el que se establece una lista de afirmaciones de salud autorizadas relativas a los alimentos, distintas de las referidas a la reducción del riesgo de enfermedad, así como al desarrollo y salud infantil.
Reglamento CE n° 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de salud relativas a los productos alimenticios.