Cómo usar la lavadora ahorrando dinero y energía
El costo de la electricidad, que ha ido aumentando continuamente en los últimos meses, empuja a cada vez más españols a prestar especial atención a su consumo en el hogar. El uso prudente de los electrodomésticos, en particular, permite a las familias hacer considerables ahorros a largo y corto plazo. La lavadora es uno de los aparatos más importantes en este sentido, ya que consume electricidad y agua al mismo tiempo, dos recursos preciosos para nuestro planeta. En este artículo, por lo tanto, descubriremos cómo es posible reducir el consumo y los gastos relacionados con el uso de la lavadora.
Cuidado con la clase de energía
En primer lugar, hay que sustituir las viejas lavadoras porque, aunque se sigan los consejos que se dan a continuación, nunca supondrán un ahorro satisfactorio en comparación con un aparato de última generación. Sin embargo, antes de comprar un nuevo modelo, es una buena idea comprobar su clase de energía, prefiriendo una entre A+ y A+++. A medida que la clase de energía aumenta, el consumo de agua y electricidad disminuirá.
Tiempos de uso
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de elegir las tarifas horarias, para que podamos adaptar nuestro consumo de energía a nuestros propios hábitos de uso de los electrodomésticos. Dado que la lavadora es uno de los aparatos más utilizados en la casa, es bueno adaptarse cuidadosamente a sus hábitos de lavado. En este sentido, puede consultar la página de Facile.it para entender cuáles son las bandas horarias F1, F2, F3 y elegir la que mejor se adapte a las necesidades de los habitantes de la casa.
Siempre lavar a plena carga
Este es un consejo que mucha gente ya conoce, pero que a menudo se pasa por alto. Para un menor consumo, siempre es aconsejable lavar a plena carga, aprovechando al máximo la capacidad de la cesta de la lavadora. Sin embargo, hay que tener cuidado de no sobrecargar la lavadora con demasiada ropa: al hacerlo, de hecho, no se higienizarán bien y algunas manchas pueden no desaparecer debido al escaso roce entre las prendas.
Evitar el prelavado
Mucha gente piensa que el prelavado es esencial para preparar la ropa para el siguiente paso. Esto no es así en absoluto, de hecho, es un falso mito que a menudo sólo conduce a mayores costos y resultados prácticamente idénticos a los que da un lavado normal. Un ciclo que incluye el prelavado consume de hecho el doble de agua y un 33% más de energía, con consecuencias en la factura que no tardan en manifestarse, si se usan regularmente.
No a temperaturas excesivamente altas
La temperatura del agua es otro factor al que hay que prestar atención. Ponerla demasiado alta consumirá electricidad extra para llevar el agua a la temperatura deseada. Un lavado a 40°C es más que suficiente para la ropa que usamos todos los días, excepto para la que requiere un saneamiento más profundo (ropa de bebé, ropa interior, etc.).<br>